En estos momentos tan convulsos e indecisos, todo el mundo está recluido en sus casas en cuarentena para combatir la gran pandemia del covid-19 conocida comúnmente como el coronavirus, surgen historias de personas muy entregadas y altruistas a la vez de gente mezquina y donde afloran bajos instintos.
Me viene a la mente el concepto Eros y Thanatos; fue el famoso austriaco y padre del psicoanálisis Sigmun Freud quien utilizó por primera vez este término para referirse a dos instintos básicos que actúan en el comportamiento de las personas. Son los instintos de vida y muerte, que el eminente medico lo asoció a las deidades griegas Eros y Thanatos.
Eros como concepto es la tendencia a la conservación de la vida, a mantener unido todo lo animado. Thanatos es el instinto de la muerte como autodestrucción, que todo lo animado se destine hacia los bajos instintos.
Ambos pensamientos son parte de los seres vivos desde el mismo momento del nacimiento. Durante toda la existencia del individuo se produce una tensión entre ellos y a la vez una convivencia. Tanto a nivel individual como en sociedad.
Desde el punto de vista psicológico Eros va mucho más allá de lo mero erótico, sino es un concepto del amor mucho más amplio es la utilización del amor como algo que une al universo. Para entender el significado freudiano del termino debo decir que en la mitología griega Thanatos tenía un hermano llamado Hipnos, dios del sueño, y por eso debemos entender el sueño como una pequeña muerte. Y a su vez la muerte como un sueño reparador. El instinto de muerte tiene como objetivo hacer retornar la vida orgánica al estado inanimado, y entre sus diversas manifestaciones están la agresividad y la violencia.
En toda vida, puede observarse la presencia de estos instintos. Todos aquellos sentimientos ‘bajos’, como los malos deseos, envidia, crueldad, odio, descalificación, morbosidad, etc., nos muestran que en la persona está actuando Thanatos. Por el contrario, en aquellas actividades humanas elevadas, como el verdadero amor, la caridad, la tolerancia, la solidaridad, el querer crecer y desarrollarse, desear hijos, educarlos, etc., está presente Eros. Eros construye y une; Thanatos destruye y desune.
A la hora de actuar y pensar en nuestras acciones del día a día durante estas fechas, deberíamos reflexionar qué pensamiento nos domina más en nuestra conducta ¿Eros o Thanatos? Sólo tu puedes decidirlo.