Como en todos los sectores profesionales existen una serie de valores comunes a todos los sectores, como por ejemplo –capacidad de trabajo en equipo, don de gentes o formación continua– y otros muy específicos de nuestro sector.
El primero y más evidente es el no ser fácilmente impresionable. Es evidente que trabajamos manipulando cadáveres y no siempre los cuerpos que recibimos son recientes, ni están aseados o en buenas condiciones. Por lo tanto si eres una persona escrupulosa, mi consejo es que busques otras alternativas laborales más indicadas para ti.
El respeto hacia los fallecidos y sobre todo hacía las familias o conocidos de los finados. El tener una gran empatía para las personas que probablemente estén viviendo los momentos más dolorosos de su vida. Muchas personas valoran tanto nuestros servicios profesionales como el trato personal recibido.
Los profesionales de los servicios funerarios también deben tener los conocimientos principales de al menos las grandes religiones que existen en nuestros país para poder atender con el máximo respeto confesional a todas las personas. Tengamos en cuenta que en algunas creencias no se permite que al fallecido se le pueda asear o vestir y debemos tener esos conocimientos y respetarlo.
La formación en riesgos laborales debe ser alta y continua. Al estar en contacto con los cuerpos de forma directa debemos siempre tener especial cuidado con la seguridad de todo el personal para evitar contagios o accidentes laborales.
Si algo comprende cualquier trabajador del sector funerario es la disposición horaria, la muerte no entiende de horarios y los trabajadores debemos compaginar nuestra vida familiar con nuestras guardias laborales. Al igual que en otros sectores en periodo de guardia debemos estar con el teléfono localizable y dispuestos a incorporarnos en cualquier momento. Una empresa como la nuestra Servicios Funerarios La Hispanidad estamos 24 horas 365 días al año.